Comparto un fragmento del libro A Brief History of Curating, en el que Hans Ulrich Obrist entrevista a once figuras del mundo curatorial. En esta conversa con Walter Hopps (1933–2005), uno de los más importantes curadores estadounidenses.
Hans Ulrich Obrist: En la curaduría hay una necesidad de estrategias flexibles. Cada exposición es una situación única, y lo ideal sería que se acerque lo más que pueda al artista.
Walter Hopps: Sí. Para mí, a la obra de un artista determinado le es inherente un tipo de puntuación con la que me trato de relacionar o comprender. Esta te pone en un estado psicológico determinado. Siempre trato de estar lo más pacífico y tranquilo posible. Si hubiera una forma sencilla de hacer algo, lo haría de esa manera. Cuando realicé la retrospectiva de Duchamp en 1963, él y yo caminamos por el antiguo Museo de Arte de Pasadena, —las paredes eran blancas, blanco opaco y marrón, había algunos paneles de madera, de color marrón oscuro. Duchamp dijo: "Está muy bien así. No haga nada que sea muy difícil de hacer." En otras palabras, siempre fue muy práctico. Pero él tenía una forma muy sutil de tratar de organizar o hacer visible lo que ya estaba allí, trabajar con lo que ya estaba dado. Duchamp sabía exactamente cómo trabajar con lo que había.
Pero con otros artistas instalar era muy diferente. Barnett Newman era un hombre muy brillante, pero siempre tenía una noción preconcebida de cómo debía ser el espacio. Dondequiera que le exhibí, siempre tuvimos que hacer mucha construcción.
Walter Hopps: Sí. Para mí, a la obra de un artista determinado le es inherente un tipo de puntuación con la que me trato de relacionar o comprender. Esta te pone en un estado psicológico determinado. Siempre trato de estar lo más pacífico y tranquilo posible. Si hubiera una forma sencilla de hacer algo, lo haría de esa manera. Cuando realicé la retrospectiva de Duchamp en 1963, él y yo caminamos por el antiguo Museo de Arte de Pasadena, —las paredes eran blancas, blanco opaco y marrón, había algunos paneles de madera, de color marrón oscuro. Duchamp dijo: "Está muy bien así. No haga nada que sea muy difícil de hacer." En otras palabras, siempre fue muy práctico. Pero él tenía una forma muy sutil de tratar de organizar o hacer visible lo que ya estaba allí, trabajar con lo que ya estaba dado. Duchamp sabía exactamente cómo trabajar con lo que había.
Pero con otros artistas instalar era muy diferente. Barnett Newman era un hombre muy brillante, pero siempre tenía una noción preconcebida de cómo debía ser el espacio. Dondequiera que le exhibí, siempre tuvimos que hacer mucha construcción.
5 comentarios:
Muy interesante. Muchas gracias. Voy a buscar el libro. Alguna vez fui a una conferencia de Ulrich. Es un tipo que asegura que cada dia se lee un libro y cada dia le hace una entrevista a alguien. Me parecio un poco excesivo, pero un proposito en si mismo muy artistico.
Gracias a tí, Ernesto. Sí, Ulrich es conocido por su inclinación a las entrevistas, pero no conocía lo del libro diario.
Un abrazo
Hoy nadie lee ni le importa lo que han hecho o hacen los "curadores" de puntería. Total, sólo basta conque se copien los unos a los otros; compitan a ver quien pone más sangre o sexo (mientras más morboso mejor), intenten ser cool, de vanguardia (aunque sea una mierda envuelta en celofán). El amiguismo, la piñita de los mismos mediocres besa=culos, colgados en las mismos espacios de siempre.
like it, love the picture. RI
Gracias RI, I love it too. La epoca en que el maestro ya old-timer se dedicó al ajedrez.
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