Humanscape
Una exposición de cinco artistas cubanos
Union City
Museum
Del 13 de abril al 2 de junio de 2013
El Union City Museum presenta la exposición
Humanscape. La exposición reúne a cuatro artistas que usan la fotografía como
punto de partida para crear obras que transitan de la imagen mecánica a la
pintura y de la veneración a la irreverencia, y un escultor que reduce el caos
urbano a su expresión más esencial y fría.
Arturo Cuenca, cuya obra es una pregunta
recurrente sobre las relaciones entre la imagen y la palabra —o, como él
propuso alguna vez, entre “arte e ideología”— usa las fotos como un juguete
desobediente. Si antes sus fotos profanadas con frases sugerentes parecían ser
un intento duchampiano contra el arte retiniano, esas imágenes adquieren un
carácter casi lírico en su obra más reciente.
Juan Si González es un provocador que
halló en las artes plásticas la manera más expedita de cuestionar el sentido
común. Sus fotografías más recientes, creadas a partir de imágenes de
televisión distorsionadas, retratan nuestra obsesión por el entretenimiento y
la desintegración —o “pixelación”— de los rasgos humanos que esa obsesión
entraña. Su técnica es sencilla, pero los resultados son sorprendentes: su obra
tiene que estar tocada por la gracia o ha haber sido arrancada al azar por una
persistencia singular.
Frank Guiller usa la fotografía digital
para bordar un mapa humano de una ciudad: New York. La combinación de efectos
que usa no va encaminada a ampliar las fotos sino a intensificar su impacto.
Las imágenes de inocentes transeúntes, tomadas generalmente con teleobjetivos,
nos permiten verlos de cerca y sin máscaras. La cámara de Frank Guiller es
fríamente exacta, pero su mirada no es la de un desalmado voyeur: en sus veladuras y tonalidades, hay un inconfundible
sentido de conmiseración.
Para Guillermo Portieles la fotografía es
solo un primer paso. Su técnica, que en un niño sería calificada de travesura,
es pintarrajear encima de ellas hasta dejar irreconocible la imagen original.
Las obras resultantes son, a su modo, perfectas en su harapiento lirismo. El
espectador tiene la impresión de que Portieles no ha añadido nada a la foto: es
como si simplemente le devolviera a cada imagen las
arrugas, rasguños y lunares que alguna vez tuvo.
En su obra, el escultor Armando Guiller
va destilando el paisaje urbano hasta llegar a cuerpos sólidos perfectamente
esterilizados y despojados del churre humano. La elegancia de sus formas, el
proceso mondrianesco de comprimir el caos en un sólido de claras demarcaciones,
es una navaja de doble filo. Por un lado revela las formas geométricas como la
huella que el ser humano deja en el paisaje, por el otro expone la
despersonalización que la ciudad produce por la mera aglomeración de soledades.
La inauguración de la exposición
Humanscape será el sábado 13 de abril de 2013.
(Press Release via Frank Guiller, publicado originalmente en Tersites Domilo)
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