Stairway to Heaven, Jimmy Page & Robert Plant
Casi a finales del 2005 los precios de la vivienda en los Estados Unidos comenzaron a caer junto con las ventas del mercado inmobiliario, se multiplicaron las ejecuciones hipotecarias, producto de las deudas impagas, lo cual redujo drásticamente la liquidez de unas cincuenta entidades hipotecarias que fueron a la quiebra en el 2006, haciendo que la crisis llegara a la bolsa de valores -su índice bursátil de la construcción estadounidense (U.S. Home Construction Index) cayó un 40%. Aunque en agosto del 2007 la FED volvió a subir los tipos de interés, este mercado continuó derrumbándose.
Cuando Mariano Costa Peuser comenzó su serie Miami Construction en el 2004, esta ciudad del Sur de la Florida se encontraba plagada de grúas que construían altos edificios de condominio, concentrados principalmente en la zona del downtown; la mayoría de ellos se han quedado sin vender a causa del nefasto fenómeno económico conocido con el poético nombre de “burbuja inmobiliaria”. Hoy estas enormes estructuras arquitectónicas permanecen desiertas, sólo dando cobijo a las almas en pena del río Miami, mientras cientos de almas encarnadas vagan su desamparo a la intemperie de la noche y duermen en la mínima seguridad que ofrece el día, el techo de algún soportal, la cobija de papel periódico y cartón corrugado.
Estas imágenes captadas y elaboradas por Costa Peuser pueden ser leídas como una lúcida advertencia del espejismo, la fata morgana urbanística que representaba toda esa jungla de grúas penetrando el cielo de Miami en alarde de artificial potencia viagrana. Estas grúas que se elevan a través de las nubes nos traen a la mente tres referencias rápidas: la fábula Jack y los Frijoles Mágicos en la cual el niño cambia una vaca, único patrimonio de su familia, por cinco frijoles mágicos que germinan en una enorme planta que llega a las nubes. Jack trepa hasta lo alto y encuentra un castillo donde un ogro intenta cazarlo para comérselo pero él termina despojándolo de sus riquezas, para sacar de la miseria a su familia en un final feliz, diametralmente opuesto al de la historia de las hipotecas tóxicas. La otra es la balada rock Stairway to Heaven, popularizada por Led Zeppelin en 1971, con música inspirada en el folklore Celta y letra que propone abiertas metáforas sobre la dudosa gloria del dinero, las cosas esenciales de la vida y nuestra relación con la naturaleza.
La “dama que está segura de que todo lo que brilla es oro y está comprando escaleras al cielo” remite a la imagen de La Torre de Babel, pintada por Pieter Brueghel el Viejo en 1563. La pintura refiere al pasaje bíblico del Génesis donde la humanidad decide construir una torre que le permita alcanzar el cielo, ese territorio de Dios. Pero aquel, enojado, hace que los hombres dejen de hablar el mismo idioma, sembrando la confusión y haciendo que el proyecto quede inconcluso, convertido en una alegoría más de la vanidad humana. Si descontamos la perspectiva visual de la obra de Brueghel, que ubica al que observa en una colina o elevación inexistente en Miami, su torre parecería ubicada en los terrenos del Bayside, podemos ver incluso una franja de mar y la desembocadura de un río, custodiada por un torreón que parece destinado a controlar el tráfico fluvial y operar el puente levadizo de Brickell Avenue. La luz difusa que baña el paisaje al óleo del pintor flamenco posee los mismos tintes surreales que dominan las fotos digitales manipuladas de Costa Peuser, pero el abismo de tiempo y espacio que se abre entre los pinceles del flamenco y las herramientas del Photoshop del artista contemporáneo argentino es cerrado, como quien sutura una herida, por obra y gracia de esta luz fantasmagórica portadora de otra alegoría también bíblica, pero más contemporánea, sobre este otro pecado capital que es la avaricia.
La serie Miami Construction se aproximó al tema por tres diferentes vías: la toma fotográfica directa, sin manipulaciones ni afeites, que documenta objetivamente el espectáculo de decenas de grúas aglomeradas en las áreas de nuevo desarrollo urbanístico. Trascendiendo el grosero realismo de lo banal los brazos mecánicos se elevan al cielo (en una de las tomas contamos al menos dieciocho), como las plantas de frijol por las que treparía esperanzado Jack, sólo que esta vez, casi llegando arriba, resbala y cae sobre el ardiente pavimento de la megalópolis, transmutando automáticamente su condición de héroe de fábula en la de “perdedor” social, el cuento de hadas sustituido por el triste argumento del tema musical Construção, de Chico Buarque. La otra sección fabrica digitalmente el escenario de la construcción, creando diferentes situaciones -posibles e imposibles: un torbellino de nubes huracanadas arrastran las grúas por el aire, unas grúas que salen del mar sobre mullidos cumulo-nimbos como telón de fondo, por entre la selva de hierros trenzados como una red casi podemos escuchar las flautas dulces de la sección introductoria a Stairway to Heaven y la voz de Robert Plant advirtiendo que “hay dos caminos que puedes tomar / pero a la larga / aun hay tiempo para cambiar / la vía que transitas”[1], activando la tradición Celta y el mundo mágico de El señor de los anillos, que sirvió de inspiración a Page y Plant para tejer su hermosa metáfora en torno al dinero y la gloria.
El último segmento de la serie recurre a las fotos ya impresas, laminadas con planchas de acrílico en capas que crean la ilusión de profundidad y constituyen un objeto cercano al ready-made duchampiano, terminado con figurillas de constructores que deconstruyen Babel –el mito bíblico, la pintura de Brueghel– para intentar reencarnarlo en este nuevo avatar con cuerpo plástico de Lego game postindustrial y alma de Mickey Mouse. Esta vez Dio$ lo$ ha puesto a hablar el mi$mo idioma a todo$, a ver si logran terminar la jodida torre, pues luego de observarlos varios milenios ha concluido que es mejor tenerlos entretenidos en la ilusión de alcanzar el cielo.
[1] Yes, there are two paths you can go by / But in the long run / There's still time to change / The road you're on
6 comentarios:
Es una pena este derroche de edificios vacios en el downtown de miami; con tanta gente que no tiene en dónde vivir. Esta ciudad es una burbuja de fantasia en que la gente vive de lo que se cree y no de lo que hay en la realidad. economia a base de tarjetas de credito, deudas y lavado de dinero; una sociedad que vive de cabeza, enlas nubes como esas gruas. Buen escrito.
Muy buena reseña Rafael y necesaria para situar el trabajo de Peuser (ese no lo conocía, por ejemplo), oportuno, porque desde la semiótica industrial urbana vivimos un período de ruinas (las gruas se perdieron).
Me gustó eso de la burbuja de fantasía, anónimo. Gracias por comentar.
Así es AT, esta serie de Costa Peuser describe otra faceta de eso que han dado en llamar el "malestar urbano".
Las gruas de Peuser son auténticas visiones poéticas del desastre de esta ciudad y de cualquier otra que confunda lo elevado con lo amontonado. Rico y justiciero texto de Rafael.
Hey! Bro…ando inmerso en esa Residencia que te conté en Wittenberg University y no había podido leerlo antes.
Excelente reseña man y excelentes también esas piezas de Mariano, hermosas y fuertes al mismo tiempo. Gracias!! por introducirme en su obra de una manera tan grata e inteligente.
Abrazos desde Springfield
Bróderes RW y Juan-Sí, confundir lo elevado con lo amontonado sería como confundir el culo con las témporas, según el dicho castizo. Esta serie del asere-che Mariano está en algo, sin dudas.
Así que en Springfield, échate un lager Duff con Mr. Homer y dale mis saludos. Que sea productivo y divertido ese proyecto!
Abrazos pa los 2.
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