lunes, 17 de marzo de 2008

SOBRE EL PARQUE DE G Y 23

Entre los últimos meses de 1987 y mediados de 1988 un grupo de artistas muy poco favorecidos por la promoción y el reconocimiento del Ministerio de Cultura, decidieron exhibir su obra sin pedirle permiso a nadie, inicialmente en los alrededores de la heladería Coppelia y luego en el parque de G y 23 del Vedado, llevando la audacia creativa más allá del punto adonde habíamos llegado otros artistas que a finales de los años 80 escandalizamos o extasiamos al espectador dentro del contexto de la galería y la institución (cultural o docente), mayormente con obras que analizaban lo socio-político y sus signos desde la poiesis artística –el grupo Arte Calle fue pionero en este tipo de intervención pública y continuaba realizando sus incursiones de guerrilla estética, pero sin llegar a asumir el gesto de abierto activismo que marcó la acción del Proyecto Imán y el grupo Art-De –sigla de Arte y Derecho.

 
El grupo Art-De fue mal visto y tildado de mediocres por algunos de los artistas que gozaban del favor institucional, quizás debido al hecho de haberse atrevido a poner la discusión en una perspectiva civilista, hollando un terreno tabú para la mayoría, aun atrapados en bizantinas discusiones con el poder (por ejemplo, la manera en que debían ser tratados ciertos temas "sacros" como los Símbolos Patrios o los gramos de polisemia –diversidad de significados– que puede contener un enunciado artístico), todavía incapaces de confesarnos que el verdadero tema a debate era la esencia misma de nuestra relación con el poder y su estructura hiper centralizada, derivada de aquel oxímoron del centralismo democrático. Al Proyecto Imán se le empezó a tomar en serio después que realizaron una marcha por la avenida 23, apoyada por amigos, admiradoras y jóvenes “perestroikos”, en la única manifestación pública no organizada ni aprobada por el gobierno, que haya tenido lugar en esa calle durante la revolución. Hicieron uso del signo de protesta que es marchar por las calles portando pancartas, aunque estas no exhibieran las clásicas consignas o reclamos sino obras de arte con un alto contenido de ironía. Como era de esperarse, fueron dispersados por la policía antes de llegar a La Rampa.

Despues de ese hecho comenzaron las interminables reuniones entre la AHS, la Dirección Provincial de Cultura, la UJC y el Partido, todos los “factores” –que eran uno y el mismo– directamente aludidos por estas acciones de desobediencia artística, aunque tales reuniones eran pura formalidad, pues el verdadero factor que resuelve esos casos es la Seguridad del Estado, dueños de todo el tiempo y recursos necesarios para detectar y aplastar cualquier expresión de descontento u oposición. En una de estas reuniones, celebrada en la sede provincial de la UJC, un funcionario del Partido que presidía la larga mesa, blandió en su mano un grupo de fotos y las dejó caer teatralmente frente a la persona sentada a su lado, diciendo algo así como miren compañeros, la clase de peligro que representan estos irresponsables poniendo esas cosas en el medio de la calle, una ofensa a la moral Socialista, que nuestro pueblo puede responder indignado. Una abierta amenaza, que prometía en realidad una acción de las fuerzas del Ministerio del Interior disfrazadas de pueblo enardecido, tan recurridas en ese tipo de eventualidad. Empezaron a circular alrededor de la mesa aquellas fotos de algunas piezas y sus autores, impresas en blanco y negro en 8 x 10 pulgadas, que tenían todo el aspecto de haber sido tomadas en el parque por la policía. Ese día disfruté enormemente al pasarle a la funcionaria de cultura provincial, sentada a mi lado, las fotos de la obra de César Beltrán, quien había sembrado una planta de fruta bomba (o papaya) y la había decorado como un árbol de Navidad, con fotos clínicas de sexos femeninos. La reacción de la compañera me confirmó cuánto se parecen la moralina comunista y la católica.

Fue una estimulante sorpresa la vehemencia con que los cuadros profesionales de la Asociación (en la nómina de la UJC) defendían el derecho de estos artistas a la libre expresión. Parecía como que la perestroika llegaba al Mar Caribe y se deslizaba suavemente en las oficinas de Roberto Robaina. Pero luego de cuatro o cinco de estas reuniones con-todos-los-factores y notar las constantes consultas de los cuadros juveniles con Carlos Aldana, el ideólogo del PCC, empecé a tener mis dudas. El hecho es que Aldana era un hombre de línea dura en lo referente a la cultura –aunque intentaba labrarse una imagen de reformista–, y le tenía antigua ojeriza al Ministerio de Cultura por ser el único ministerio imposible de regular "científicamente" a través de directivas y circulares partidistas, sueño dorado de todo comisario político. Por esos días el poderoso Aldana evidentemente movía los hilos de una operación dirigida a poner en crisis al Ministerio de Cultura, cosa que logró finalmente un año después, cuando buscaron (o crearon) un motivo para destituir a la viceministra encargada de las Artes Plásticas, Marcia Leiseca. Una de mis últimas intervenciones en este conflicto fue precisamente una réplica a un comentario tergiversador de la periodista Soledad Cruz, quien pertenecía al entorno de Aldana.

Cronología elaborada por Juan-Sí González

1988Proyecto imán – Jorge Crespo, Eliseo Valdés y Juan-Sí González. Serie de acciones públicas cada miércoles a la 5:00 p.m. en el parque Coppelia (avenida 23 y calle L) del Vedado. Cada uno de estos eventos fueron confrontados por la policía con detenciones e interrogatorios. Fueron celebrados los miércoles 2, 9 ,16 y 23 de marzo, cuando se efectuó una caminata con piezas colgadas en el cuerpo a manera de sandwiches, con imágenes y textos de contenido político. Tuvo lugar a lo largo de la avenida 23, desde G hasta el malecón. Los artistas Jorge Crespo y Juan-Sí González fueron arrestados y las piezas confiscadas por la policía. Fueron absueltos gracias a la intervención y apoyo de la Asociación Hermanos Saíz. Con este evento concluyeron las acciones en Coppelia.
Proyecto Re-UniónJorge Crespo, Amaury Suárez, Cesar Ernesto González, Eliseo Valdés, Adalberto Roque, Julio Martínez y Juan-Sí González, se reagruparon y convocaron a la realización de una serie de eventos y debates públicos en el parque de G y 23. Estos se efectuaron bajo vigilancia y amenazas policiales, en el mes de Abril, los días 6 , 7, 13 y el ultimo de estos ocurrió el 20 de abril cuando los artistas fueron expulsados del parque por desacato y alteración del orden publico.
Grupo Art-De (arte y derecho)
Jorge Crespo, Eliseo Valdez y Juan-Sí González, se reagruparon nuevamente bajo el nombre de Art-De. A pesar de las detenciones anteriores, continuaron haciendo eventos públicos como:
- Me han jodido el animo – (alegatos contra la censura) serie de eventos callejeros propiciando debates públicos en la Plaza Cadena de la Universidad de la Habana y un ultimo evento en 23 y G, el cual se efectuó para ser filmado y documentado en video.
- Un modelo a Seguir - arte cuerpo, galería provincial de pinar del Río y patio del Museo Nacional de Bellas Artes de la Habana.
- Vence-Remos – arte-cuerpo, patio del Museo Nacional de Bellas Artes, La Habana, en inauguaración de la expo Suave y Fresca, de la Asociación Hermanos Saíz.
- Con-Vivencia Temporal – Galería Galiano en la Habana y galería provincial en Pinar del Río, donde los artistas intentaron intervenir el espacio y vivir juntos, para hacer eventos por una semana a la vista y la participación publica. Este proyecto fue censurado en ambas ciudades.
- A palabras necias, la silenciosa, sangrante, santa oreja de Van Gogh
Performance y debate abierto con funcionarios, artistas y público en general, convocado por Eliseo Valdés, Jorge Crespo y Juan-Si González en la Sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC –Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Después del evento los artistas fueron interrogados por la Seguridad del Estado bajo la acusación de acciones ofensivas contra funcionarios públicos.
Vientos de perestroica soplaron sobre La Habana, por Julio Martínez

12 comentarios:

Duchampion dijo...

Yo fui a unas cuantas presentaciones en el parque, uno despues se echaba unos cuantos tes con limon en la casa del te que habia en la esquina.

Oye por cierto el Otis ese anda por ahi pegando comments y hasta suplantando identidades para regar su veneno. Me ha recordado una cancion de Fito que dice

No es conveniente hacerse de enemigos
que no esten a la altura del conflicto
que piensan que hacen una guerra
y se hacen pis encima como chicos
que rondan por siniestros ministerios
haciendo la parodia del artista
que todo lo que brilla en este mundo
tan solo les da caspa y les da envidia!!!!!!!!!!!!!!!

raffaello dijo...

Creo que existe una conexion importante entre el 'parque de G y 23' y el 'Taller de Arte Actual de Julio Le Parc'

El taller se realizo en la CODEMA y termino con varias instalaciones en el Parque de 14 esquina a 15 en El Vedado durante la II Bienal de la Habana en 1986

Tres de los artistas de G y 23 estaban asociados con el taller Le Parc
Juan-Si Gonzalez, Eliseo Valdes y Cesar Ernesto Gonzalez Beltran

LopezRamos dijo...

Muy buen punto Raffaello, parece que efectivamente funcionó como un precedente a lo que hicieron después en G y 23. Casualmente en la réplica a Soledad Cruz que cito y enlazo al final de este post mencionaba esa experiencia del parque de 14 y 15, comparándola con la de G y 23.
Es impresionante el shift que hubo en la conciencia estética cubana en sólo un par de años. Es cierto que ya a mediados de la década la gente de Puré había comenzado un cierto proceso de reflexión social, pero creo que la Perestroika fue lo que nos compulsó a adentrarnos en cuestionamientos más abiertamente políticos.

Raffa, por qué no compartes algunas reflexiones sobre esa experiencia de la CODEMA, creo que tú también participaste en eso, no?.

machetico dijo...

Existe otro punto de génesis de aquel fenómeno. En el apartamento de René Portas Fernández, en Lacret 407, Santos Suárez, se discutieron previamente muchas de las actividades que luego se realizaron en la calle. Nos reuníamos allí, básicamente, Juansi, Eliseo, César y el propio René, que vive hace años en México. Filólogo y traductor de ruso, nunca participó como artista plástico, pero fue sin duda un iniciador y estimulador de aquella campaña.
Como bien señala Rafaello, el antecedente del taller de Julio LeParc y la actividad del parque de 14 y 15, un año y pico antes, se revelan ahora claramente, veinte años después.
En mi caso particular, en aquella Segunda Bienal de La Habana, al tener acreditación oficial por lo de LeParc y una credencial que me dieron de "traductor", tuve la oportunidad de conocer el trabajo de performance callejero y contestatario del desaparecido artista venezolano Juan Loyola, cuyos códigos de uso de la bandera y otros símbolos patrios, influyeron mucho mi forma de pensar y crear, más en el futuro cercano, ya fuera de Cuba (salí en enero del 92), que en mi modesta y paranoica participación en los eventos de 23 y G.
César (E. González) Beltrán

LopezRamos dijo...

César, creo que conocí a René en la casa del té, era un tipo muy chévere.

Por cierto, explicame cómo era la obra de la mata de papaya(s), que me parece importante precisar esos detalles. Yo no fui al parque el día que presentaste esa pieza y sólo la vi, como dije, en una foto blanco y negro, y de prisa, "en el marco" de una chea reunión.

machetico dijo...

Yo quería "constestatar", como todos, pero no quería hacerlo en el terreno de "lo político" o "lo ideológico", que era donde todo el mundo se movía o quería moverse. Decidí abordar suntos "culturales", de lenguaje, de tradiciones, criticar, "subvertir" sobre la vulgaridad, el doble sentido, la moralina revolucionaria. Las dos o tres veces que participé fue esta cuerda. Un miércoles, preparé desde temprano mi nueva "obra". Saqué de la tierra, con cuidado, una de las matas de frutabomba que mi madre tenía en su patio en Cojímar y coordiné con el taxista Iván (hoy en Miami) su rápido traslado al Vedado (la papaya es sumamente frágil y se marchita enseguida en los trasplantes). La sembré en un parterre del parque, le puse una especie de pequeña "picket fence" de tablitas rojas terminadas en punta alrededor y un cartel con la descripción científica de la planta que tomé seguro de algún libro de Biología de secundaria. Donde debía colgar el fruto, enganché una foto enmarcada de una terrible papaya (en su acepción genital y vulgar, habanera) que había tomado un tiempo antes en una sesión fotogáfica con una amiga en Santos Suárez y que habría provocado censura segura en Hustler Magazine o en Penthouse. Al caer la noche, creo que desmonté la pieza. Otro miércoles exhibí un modesto dibujo académico de un desnudo femenino de espalda, que tenía una banderita cubana en una nalga y un título en cursiva gótica que decía: "Rico culito". Esas eran las "atrevidas acciones plásticas" que realicé en el parque. En el Museo Nacional presenté "El bollito, cuento popular ruso", basado en una página de la revista infantil soviética Misha, que no tomaba en cuenta que para un niño cubano, un bollito no era un panecito que sacaban del horno, si no otra cosa. De eso hablaron antes ya.
Muy grato recordar lo que pasó hace veinte años.

machetico dijo...

La sesión "fotogáfica" fue de fotos y gafas (ponérselas). Rrrr!
Convirtamos la errata en victoria! Un saludote a todos.

Alfredo Triff dijo...

Buena discusión..... que siga. Desempapelar esas memorias en conversación colectiva nos ayudan a reconstruirnos.

LopezRamos dijo...

César, tu descripción me refresca la memoria, yo sabía que había un elemento científico en la pieza, pero no era la foto clínica del sexo (que en ese caso era más bien cínica) sino la denominación botánica de la planta. Me reí mucho con eso de la sesión fotogáfica porque me recordó como la gente le llamaba a mirar hueco: ponerse los espejuelos de palo.


A.T. esa es la idea, más que hilar unas memorias personales, reconstruír entre todos lo que creamos y vivimos en esos años -y los comments a este post han sido un interesante ejercicio reconstructivo. Keep in touch.

machetico dijo...

Escribí algo sobre Juan Loyola en Penúltimos Días donde menciono su influencia en el arte callejero cubano de los ochenta. Lléguense y opinen. Saludos, César.

Anónimo dijo...

queridos rafael, juansi y todo dios, gracias por este blog magnífico y por sus argumentados y documentados comentarios. efectivamente, han pasado como 20 años de aquellos riesgosos ejercios de arte y libertad.gracias también por recordarme hechos y datos que yo, insigne historiador, ya había olvidado, incluido mi poema contra el oportunismo utilizado una de aquellas veces. gracias también por recordarme el nombre de juan loyola, a quien entrevisté, por ruego de la poetisa y amiga común ada elba pérez, para la sección cultural del periódico trabajadores y por lo cual me sancionaron a no escribir más en esa página. jorge rivas, su jefe, se enteró después quién y cómo era ese singular artista. ha sido muy agradable recordarlos a todos ustedes y a aquella aventura ahora que soy un viejo poeta desterrado, de 57 años.un abrazo a todos, toditos.julio san francisco (julio martínez)*

post scriptum: me han jodido con eso de 'ahora julio san francisco'

LopezRamos dijo...

Julio, hermano, gracias por ese lindo comentario y por compartir con nosotros esos recuerdos 20 años después, en plan Dumas, que toda aquella movida cumple aniversario redondo ahora mismo en el 2008.
Yo estuve buscando tu sitio para enlazar el artículo Vientos de Perestroica..., pero parece que está temporalmente fuera de línea.
Pásame un correo a lopezramos@hotmail.com para recuperar tu direccion.
No te pierdas.
Un abrazo.

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